lunes, 30 de mayo de 2016

HELTER SKELTER: Prólogos (3).



Vinalia y su aniversario se corren de la mano de los slashers, giallos y de los asesinos de la noche... Este número no es un recuento inventario ni estadística ni enaltecimiento de nada simplemente este Vinalia es cine: del que nos ata al sofá/butaca con los pelos erizados (yo pocos) y los dientes apretados. Mirad debajo de la cama, encended la luz, cerrad bien la puerta al salir, no sea que se cuele alguno de estos personajes. Hacha cuchillo motosierra (mi favorita) veneno machete soga... puñal (hasta el fondo). Asesinos que susurran bailan ríen se esconden y te cuentan sus vidas antes de comerte el hígado, hasta resultan simpáticos los muy cabrones al final.

Dame palomitas y que no falte cerveza.

20 años no es nada...


Rodrigo Córdoba

domingo, 22 de mayo de 2016

VINALIA CONJURA LA SANGRE POR SU ANIVERSARIO



Vicente Muñoz publica ‘Helter Skelter’, un viaje hacia el lado más salvaje de la humanidad. 

Vinalia cumple veinte años con un nuevo número de su fanzine, el número catorce, que en esta ocasión se zambulle en el universo caótico de quienes transitan por las cunetas de la sociedad

 Diario de León / Filandón / 22/05/2016
Cristina Fanjul

En los meses anteriores a los asesinatos de Sharon Tate y otras seis personas, Charles Manson solía hablar acerca de Helter Skelter, una guerra apocalíptica que se produciría a causa de las tensiones raciales entre blancos y negros... Ahora, cuarenta y cinco años después, Vicente Muñoz regresa al lugar del crimen para celebrar el vigésimo aniversario de Vinalia. Helter Skelter, 150 páginas sobre Psychokillers es el título del nuevo fanzine de la factoría más underground de León, un monográfico sobre asesinos en serie, al que estos particulares viajeros han añadido dos subgéneros cinematográficos paralelos: los slashers y los giallos. ¿Qué es lo que puede llevar a alguien a cometer tantos y tan espantosos crímenes?. Esta pregunta la han respondido cada uno de los tripulantes que, una vez más, se han sumergido en sus propios fantasmas para alumbrar la que Vicente Muñoz califica de «espeluznante selección de relatos y poemash».

Alfonso Xen Rabanal, Silvia D. Chica, Pepe Pereza, Gabriel Oca, Ana Curra... medio centenar de escritores recrean sus miedos en otros tantos relatos ilustrados por artistas como Martín, Mik Baro, Toño Benavides, que firma la portada, o Santos Perandones.

Tributo a Jororowsky

Recuerda Silvia D. Chica, coordinadora del suplemento de poesía Santa Sangre, los principios de este viaje cuando, veinte años atrás, se imprimió el primer fanzine con dos relatos: Las Setas y Aura Roja... «Unas moscas de corta, pega y fotocopia, una llamativa portada y una enorme dosis de ilusión», destaca la autora, que advierte a los lectores de las alimañas descarnadas de la noche. El título que da voz al libro recoge la visión del psicoanálisis que Jodorowsky vertió en la película del mismo nombre, una suerte de dramatización que recorre la infancia de un joven que acaba en un psiquiátrico. Y es que el mal es, también, un síntoma de la enfermedad social.

Vicente Muñoz ha recuperado para el fanzine El despellejador, un cuento de Mi vida en la penumbra, aquel brillante libro de relatos que publicó en 2008 y que condensa de manera magistral el tono inquietante de las mejores historias del género.

Santos Perandones ha ingeniado el booktrailer del libro, un sangriento corto que nos introduce en la estética que preside el proyecto.

Con este nuevo número, Vicente Muñoz demuestra que la cultura (también) puede salirse de los cauces de lo comercial, porque, como él mismo repite, lo que él hace es literatura de las cuatro ‘pes’: porno, punk, pulp y pop.

Fue en 1996 cuando Vicente Muñoz y Alfonso Xen Rabanal pusieron en marcha una revista que desarrollara los mundos literarios que ellos creían desatendidos y para los que, por entonces, no encontraban plataforma. Aquel fue el comienzo de Vinalia, un fanzine «de corte subterráneo, literatura ilustrada de difícil salida, políticamente incorrecta por temática, estética e ideología». Un pequeño equipo integrado por ellos dos, Silvia Díaz Chica, Cusco y, poco después, Rodrigo Córdoba demostró que el mundo es más ancho del que se mueve entre los cauces de la convencionalidad.

La primera fase del Vinalia se prolongó hasta el 2005. Fueron diez números que marcaron época. En sus páginas crecieron escritores que luego se convertirían en estrellas, como Hernán Migoya, e ilustradores como Miguel Ángel Martín y Toño Benavides. Fueron capaces de crecer porque fabularon con todo lo que quisieron, sin censura ni cortapisas de ningún tipo. Para todos ellos, Vinalia fue una nave hacia lo desconocido. Eran tripulantes de algo cuyo alcance no eran capaces de intuir. Fue su campo de pruebas, su laboratorio creativo. «Realizamos mucho más. Durante aquellos años incluso fuimos capaces de poner en marcha encuentros de editores independientes y de todo ello surgieron inmensas posibilidades de colaboración», recuerda Vicente Muñoz. Y es que los fanzines nacieron empapados de la tradición pulp norteamericana, del realismo sucio, del porno y la ‘literatura de la noche’. Pocos eran los que por aquel entonces se atrevían a arriesgar tanto. Sin embargo, ellos lo hicieron, y lo hicieron sin red. «No quisimos recibir subvenciones ni patrocinios; no queríamos atarnos a ninguna editorial que pudiera marcarnos el paso», recuerda.

Vicente Muñoz presentó este nuevo fanzine con su legión de tripulantes el pasado viernes y en septiembre volverán a conquistar Madrid, una ciudad que nunca les falla. Con Spanish quinqui barrieron, literalmente. Las revistas se agotaron en todos los puntos de venta de Madrid y Barcelona, en una demostración de que no hay nada que pueda competir con la nostalgia. «La acogida fue asombrosa», recuerda Vicente Muñoz, que sostiene que el recuerdo de la España de los años setenta causó sensación. Pues que se repita...



viernes, 20 de mayo de 2016

HELTER SKELTER en LA NUEVA CRÓNICA

HELTER SKELTER con GSÚS BONILLA



20 años, ahí es nada, del Vinalia Trippers. Silvia D. Chica, Vicente Muñoz Álvarez, Xen Rabanal y Rodrigo Córdoba (Zoográfico) para celebrarlo han dedicado este número a los asesinos en serie y psychokillers, y lo han llamado " Helter Skelter" (pedazo portadón de Toño Benavides), y además, como es costumbre, viene acompañado del clásico "Poemash" que incluyen en el fancine, esta vez bajo el nombre de "Santa sangre"; donde participo con un poema inédito.

No alcanzo a imaginar el páramo literario de este país sin Vinalia, sin su ideario, la manera de ser y estar, su filosofía, todo lo que ha representado durante todos estos años para una buena parte de nosotras y nosotros. Me felicito y me alegro por su existencia. Larga vida, toda mi gratitud y un gato negro:

Hoy en el Gran Café (León), a partir de las 21 horas, con la presentación del nº 14 de la publicación, en el que participan más de 60 autores, y la actuación de la banda de blues Delta Galgos.


Gsús Bonilla



jueves, 19 de mayo de 2016

VINALIA TRIPPERS 20 AÑOS por CARLOS SALCEDO



VIAJES EN EL TIEMPO, LA VIOLACIÓN DE UN BEBÉ Y LITERATURA SUBTERRÁNEA. 20 AÑOS DE VINALIA TRIPPERS.

Por Carlos Salcedo Odklas


VINALIA TRIPPERS es un proyecto literario surgido en la mente de los escritores leoneses Vicente Muñoz Álvarez y Silvia D. Chica, que un buen día de 1995 decidieron que era necesario un espacio en el que dar salida a un tipo de literatura, sucia y subterránea, cruda y crítica, y por unos autores que les entusiasmaban y que recibían un nulo apoyo por parte de los medios tradicionales. Le comentaron sus ideas a otro escritor leonés, Alfonso Xen Rabanal, que no dudó en subirse al barco y traer consigo al ilustrador Cusco. Formado ya el equipo decidieron, a modo de avanzadilla, editar un fanzine, humilde y sin pretensiones, que servía de escaparate a esos textos e ideas a los que ningún otro abría la puerta.

Aquel lejano número uno de Vinalia Trippers (ya hablaremos del extraño número cero), se ponía a la venta en 1996 al precio de 200 pesetas e incluía dos relatos: Las Setas, de Vicente Muñoz Álvarez y Aura Roja, de Alfonso Xen Rabanal, que para la ocasión firmaba bajo el seudónimo de G.J. de Maqueda. El número se completaba con ilustraciones de Silvia y Cusco.


Hicieron una tirada de unos 300 ejemplares y decidieron moverlos por las librerías y bares de su ciudad y alrededores (más en bares que librerías). El experimento fue un éxito por lo rompedor de la propuesta. Vicente lo recuerda así: "...Salió de puta madre. Rompió de hecho: una revista de literatura subterránea en León, con fiestas y conciertos en directo... la peña se volcó. Hicimos algo que nadie había hecho aún: juntar escritores y rockeros en las fiestas, y la cosa salió de puta madre. Muchos buenos momentos, muchas risas y locura, eso no lo olvido."

Animados por la buena recepción se lanzaron sin miramientos a editar el número dos. En él se ampliaban las colaboraciones y ahora, aparte de los textos de Vicente y Xen, se incluían relatos de José Boix y Antonio Redondo Andújar. Las ilustraciones seguían al cargo de Silvia y Cusco.

La aceptación siguió siendo positiva y siguió creciendo aún más con el número tres, del que ya solo en la fiesta de presentación en el mítico CCAN de León se vendieron 300 entradas, con sus respectivos ejemplares.

La lista de autores y número de páginas crecían, y en este número tres se incluye por primera vez un cómic, Baby Trash de Enrique. Con el que se desata la polémica. Vicente nos lo cuenta: "...Estábamos en el momento de máxima expectación, el tercer número, fiestones de la hostia, todo el mundo hablaba del Vinalia... Le pedimos un cómic a Enrique. Sabíamos que era de la escuela Martín, una línea tremenda... Pues resulta que nos pasó una animalada que a mucha gente le sentó como una patada en los huevos. Hubo muchas, muchísimas críticas en todas partes, que de qué íbamos, que eso era horrible... Nos echaban de los bares. En una fiesta vinieron unas feministas y nos rompieron el fanzine en la cara"

El cómic en cuestión no se andaba con rodeos. El que firma estas líneas recuerda ese cómic como su primer contacto con la publicación Vinalia Trippers. Por aquel entonces yo vivía en Madrid, pero iba a León de vez en cuando a ver a unos amigos y correrme unas juergas. Uno de mis amigos, Ernesto, era un gran aficionado a los cómics y solía mostrarme orgulloso sus últimos hallazgos. Estando en su casa me tendió el ejemplar "mira esto que pasada, y lo editan aquí en León". Recuerdo ver los dibujos y pensar "Wow, qué bestia. Esta gente tiene cojones, seguro que son gente maja". Poco podía sospechar que, más de una década y media después, la revista seguiría adelante y yo mismo aparecería en ella. Vueltas que da la vida. Pero volvamos al cómic de Enrique:

Comienza con una yonki metiéndose un pico de heroína al lado de su bebé recién nacido, yéndose ella poco después al baño, quizás a vomitar debido al colocón. Momento en el cual llega el padre de la criatura, terriblemente borracho y malhumorado, que pasa a abusar sexualmente del bebe hasta desgarrar por completo su cuerpo que, ya inservible, tira a la basura junto a las jeringuillas de su mujer.

Vicente aclara: "...Pensamos: ¿Qué hacemos? Esto es una animalada y nos van a caer hostias por todas partes. Pero la otra opción era censurar al dibujante... y éramos nosotros los que le habían pedido el cómic... Así que dijimos: ¡Qué cojones! Esto es el Vinalia, no las Carmelitas. ¡Let's go!"


Con este tercer número se fortalece la ilusión y se afianza la propuesta. En su editorial podemos leer:

"En un fin de milenio como el que vivimos, desvalorizado, terminal y por completo decadente, reencontrar el sueño es casi una necesidad moral, un ejercicio de autocomplacencia. Sueño en el sentido místico del término: como evasión fingida a lo imaginario, a lo irreal.

En la prensa, la radio y la televisión, interpretes subliminales de la verdad absoluta, hablan de crímenes, magnicidios, violaciones, intrigas, guerras, corrupciones... Una realidad que, obviamente, supera de nuevo a la ficción. Aunque algunos, para no volvernos locos, hayamos empezado a reinventarla.

Reciclar, pues, nuestro presente, disentir de la verdad absoluta, apostar por la espontaneidad creadora y hacer bello lo feo, como los viejos alquimistas, son hoy nuestras consignas. Aunque para lograrlo tengamos que viajar al fin del tiempo.

Y Dios nos guarde de las alimañas descarnadas de la noche."


Tras esta pequeña polémica Vinalia sigue adelante. Aumentan los colaboradores, las páginas y los lectores. De algunos números se llegan a tirar más de mil ejemplares, que se agotan.

"...Fue la mezcla. Era una revista de literatura completamente diferente, menos el canto de la tripulación, ya sabes. Alejada de todas las revistas coñazo. Fusionamos literatura, cómic, ilustración, diseño, rock and roll... Y las fiestas eran legendarias... Comenzaron a llegar críticas de fuera y, ya sabes, aquí es lo que cuenta, que hablen bien de ti fuera, si no te machacan. Pero si te aprecian y valoran fuera... la cosa cambia. Gente potente de entonces: Hernán Migoya, Miguel Ángel Martín, etc... apoyaron a muerte el proyecto. Salió en El Vívora, Ajoblanco, etc... Y entonces era como que éramos los más enrollados del mundo. Una revista under en una capital de invierno, a años luz de todo lo que se hacía aquí. Y por primera vez en esta ciudad alguien reivindicaba a los Beat, a Bukowski, a Carver... en vez de a Gamoneda o Luis Mateo. Queríamos romper la idea de escritor como puto coñazo. Para ello nos abrimos, buscamos, eso siempre lo tuvimos muy claro, queríamos romper fronteras. Nada de una revista leonesa. Huíamos de eso. Eso nos sonaba a endogamia y filandón. Buscábamos colaboradores fuera. En Madrid, en Bilbao, en Valencia, en Barcelona... allí donde hubiese otra sensibilidad literaria y bebieran de nuestras fuentes. Si de algo huímos fue de ser una revista leonesa de autores leoneses. Nos buscamos la vida. Enviamos docenas de revistas fuera de promoción para que la gente hablara de ella más allá del pueblo."

Tras el número cuatro se procedió a reimprimir el legendario número cero, agotado hacía tiempo, lo novedoso es que dicho número nunca había existido, creando así una extraña paradoja temporal.

Ya desde la contraportada del número dos se advertía que podía conseguirse el número uno, pero no el cero, agotado. En realidad era un fake destinado a dotar a la publicación de cierto misticismo, como si de una jugada maestra de marketing se tratase. "...Fue una broma desde el principio, el caso es enredar."


Tras aparecer finalmente el número cero la publicación siguió su andadura, con una periodicidad de dos o tres ejemplares al año, todos con sus respectivas fiestas y agotando ejemplares. Hasta el número ocho, lanzado a principios del milenio. Ahí fue cuando ocurrió el parón.

El fenómeno de Internet estaba barriendo las publicaciones en papel, más aún las alternativas. Por otra parte el equipo Vinalia necesitaba un descanso empujado por otras motivaciones.

"...Necesitamos por motivos personales descansar. Silvia y yo nos fuimos a vivir al campo. Xen se marchó de León y pensamos: vamos a descansar y usar el sello Vinalia para otros proyectos, para lecturas, fiestas, conciertos... pero sabíamos que algún día retomaríamos el proyecto."


De 2001 a 2007 Vicente y Silvia mantienen vivo el sello Vinalia en lecturas y presentaciones hasta que la editorial Eclipsados aparece para proponer un número especial, un libro, a modo de despedida definitiva de la publicación. Así aparece Tripulantes, con un formato mucho más profesional y cuidado en el que incluso se incluía un DVD realizado por Nacho Abad con la historia del fanzine y entrevistas a algunos de los implicados.

A pesar que el resultado final, en mi opinión, es algo irregular en la selección de textos, la publicación de Tripulantes fue todo un éxito y ayudó a poner la maquinaria en marcha de nuevo.

"...Tripulantes fue un bombazo, funcionó muy bien. Logramos reunir a la peña de nuevo, resucitar el fanzine y lo que creímos que iba a ser la despedida resultó ser el comienzo de la segunda etapa."

Para ello fue fundamental la figura del editor Rodrigo Córdoba. Rodrigo había estado presente en la fiesta de presentación de tripulantes en Madrid, donde acudieron más de 100 personas y se vendieron un montón de libros. Rodrigo, contagiado por el espíritu de equipo y fiesta, se puso en contacto con Vicente para persuadirlo de que un fanzine tan legendario no podía morir. Se ofreció a maquetar, diseñar, editar y distribuir la revista si el equipo la resucitaba y la montaba de nuevo. Vicente, que ya conocía el trabajo de Rodrigo, no lo dudó un instante, dando lugar al número nueve, un monográfico sobre el espacio exterior e inaugurando la segunda etapa de Vinalia Trippers.


Desde entonces han salido cuatro números monográficos. Sobre el espacio exterior, el cine de terror, el cine quinqui y las historias del lejano oeste. Todos ellos de cuidada presentación, alejados de la fotocopia y la grapa y acercándose a un libro propiamente dicho, pero conservando el toque underground y el encanto del Vinalia clásico. Cada número ha incluido a su vez un pequeño suplemento de poemas y se ha juntando una media de setenta autores por número, entre narradores, poetas e ilustradores, de todas partes de la geografía nacional, cosechando siempre buenas críticas a su propuesta. El escritor y crítico Jesus Palacios reivindica así la publicación:

"En un panorama cultural y literario en el que la letra impresa está desapareciendo a pasos agigantados, ante el avance imparable de pantallas a menudo llenas de nada, una de las citas más esperadas para los amantes del papel es siempre la aparición de un nuevo número de Vinalia Trippers, el veterano fanzine que se ha convertido en publicación de culto, gracias a su diseño exquisito, su increible plantel de colaboradores y su empeño en no rendirse ante el imperio de lo virtual ni ante los avatares de una crisis que lo es tanto o más de ideas e imaginación como económica."

Preguntado sobre el secreto de Vinalia para perdurar a través de los años Vicente no tiene dudas al respecto:

"Por un lado, nunca nos hemos planteado hacer de nuestra editorial un negocio, jamás hemos pedido subvenciones ni ayudas de ningún tipo, así como tampoco publicidad. Eso nos ha dado plena libertad de acción a la hora de editar cuándo y lo que queríamos, sin presiones ni periodicidad fija. Por otro lado, sin duda, la ilusión que le hemos puesto y que hemos transmitido a nuestra Tripulación: hacemos esto por amor al arte, porque nos apasiona, porque nos gusta el espíritu de colectividad y equipo y porque creemos que hay muchos autores fuera de los círculos comerciales que merece la pena reivindicar. Ambos factores son la clave."


Y así llegamos a su número 14, de inminente publicación. Un monográfico sobre asesinos en serie, y sobre sus géneros cinematográficos afines, el slasher y el giallo, titulado Healter Skelter y que vicente promete que es "una verdadera joya".

¿Y qué le depara el futuro al veterano Vinalia Trippers? Vicente contesta:

"Este número es, de algún modo, otro trampolín, con el que comenzar una nueva etapa. La revista es exactamente lo que buscábamos desde un principio, sabemos lo que queremos, a dónde vamos y a quién invitamos. Este es el mejor número sin duda. Todo está funcionando muy bien, a pesar de Internet, a pesar de la poca repercusión. Todos los números de la segunda etapa se han agotado, tirando en torno a 500, lo que, a día de hoy, es todo un éxito. Tampoco necesitamos ni queremos más. Todo es ilusión y cariño. Veinte años... es algo increíble... Hay ideas en el aire. Quizás cambiar el formato de nuevo, o abrir una editorial, quizás un libro recopilatorio, usar más el sello... qué se yo... pero sin perder la independencia, ya sabes, nada de ayudas, ni públicas ni privadas."

Veinte años, que se dice pronto... Y para celebrarlo la mirada demente de Charles Manson invitándonos a un nuevo paseo por la mejor literatura subterránea actual, allí estaremos.

¡Larga vida a la tripulación!


Carlos Salcedo,
en Escritores sucios.


Blog de la primera etapa de Vinalia Trippers. Aquí podrás acceder a los scans y fotografías de la primera etapa, pudiendo leer los números del cero al ocho:



Blog de la segunda etapa. Incluye enlaces a Issu para poder leer gratuitamente los números del 9 al 13, así como sus suplementos poéticos. También encontrarás los puntos de venta y dirección para adquirir el número 14:


miércoles, 18 de mayo de 2016

VEINTE VELAS QUE SOPLAR Y UNA BANDA DE SWING por KIKE CARDÍACO



El grupo leonés de swing Delta Galgos pondrá banda sonora este viernes (Gran Café, 21:00 horas) al vigésimo aniversario de "Vinalia Trippers", el fanzine de cultura subterránea capitaneado por el inquieto Vicente Muñoz.


VINALIA TRIPPERS en TAM TAM PRESS




HELTER SKELTER: Prólogos (2).



Llegados a este punto, hacemos un alto. Veinte años. Veinte años de Vinalia Trippers, nadie lo diría, cuando editamos nuestro primer fanzine, con dos relatos, Las Setas y Aura Roja, de Vicente & Xen. Unas moscas de corta, pega y fotocopia, una llamativa portada y una enorme dosis de ilusión. Veinte años, que veinte años no es nada.... Veinte años y 14 números en los que se han dado cita una buena parte de las mejores tintas y voces en prosa y en verso de nuestra generación. Vinalia, trampolín y camino. Filosofía independiente y contracultura. Vinalia, una fiesta. Orgullosa y muy contenta de haber llegado hasta aquí con este proyecto, y lo que nos quedará. Psychokillers, el tema de este número, polémico por su contenido y temática, los Beatles de banda sonora, y un subtítulo añadido: los slashers y los giallos. El cine siempre presente, y la poesía: Santa Sangre. Espero que lo disfrutéis párrafo a párrafo... 

Mucho cuidado con las alimañas descarnadas de la noche y a por otros veinte! Up! 


Silvia D. Chica

HELTER SKELTER en LA CRÍTICA DE LEÓN




lunes, 16 de mayo de 2016

HELTER SKELTER: Prólogos (1).



Nada más y nada menos que veinte años cumplimos con este número 14 de Vinalia Trippers, desde que en 1996, fin de siglo y de milenio, comenzamos a editar la revista... Veinte años autoabasteciéndonos y publicando sin límites ni fronteras, subvenciones ni ayudas, sólo por amor al arte (subterráneo) y pasión verdadera... 

Y lo celebramos con un número muy especial que nos llevaba rondando desde hace tiempo en la quijotera: HELTER SKELTER, tomando prestado el tema de los Beatles que obsesionaba a Manson (y que su atroz Familia grafiteó erróneamente - HEALTER SKELTER - en el frigorífico de la casa del matrimonio LaBianca con su propia sangre), un bizarro monográfico sobre asesinos en serie, reales e imaginarios, y dos subgéneros cinematográficos paralelos que hemos mamado desde niños, los slashers y los giallos. 

Qué es lo que puede llevar a alguien a cometer tantos y tan espantosos crímenes, le hemos preguntado a nuestra Tripulación, y ellos, los tripulantes, nos han contestado, cada uno a su estilo y manera, con la espeluznante selección de relatos y poemash que en este número os adjuntamos. 

La crema y nata de la literatura e ilustración subterránea de nuestro país, reunida en este Especial Psicokillers para celebrar nuestro vigésimo aniversario... Casi nada.

Abrid bien los ojos, queridos drugos, y disfrutad del espectáculo: La Sangre es Vida.


Vicente Muñoz Álvarez

lunes, 9 de mayo de 2016

HELTER SKELTER en LEÓN: 20-5-16.


El veterano fanzine leonés VINALIA TRIPPERS celebra su vigésimo aniversario con la presentación del número 14, HELTER SKELTER, dedicado en esta ocasión a los asesinos en serie y psychokillers, y a los dos subgéneros cinematográficos de terror que mejor los han caracterizado en pantalla: los slashers y los giallos.
Setenta autores, entre narradores, poetas e ilustradores, colaboran en esta nueva entrega de VINALIA TRIPPERS, una de las publicaciones underground con más solera y trayectoria del país.

Este número 14, con portada de Toño Benavides, incluye, como viene siendo habitual en la revista, un suplemento de poesía titulado SANTA SANGRE, con portada de Silvia D Chica.


DELTA GALGOS es una banda de blues caliente y polvoriento, formada por 6 perros del delta del Torío y el Bernesga, que trafica con el sonido del viejo blues de M.Waters o Fredy King. Baterías y bajos de la Santa Muerte, guitarras Dobro y slides del Diablo, armónica de los pantanos y una sección de viento y metal que arde al rojo del infierno ofrecen a los espíritus de las fronteras un sacrificio musical, una ceremonia negra guiada por los hijos del Voodoo, el Chamán Cachaldora y María la Santera con sus voces del otro mundo.

Viernes 20 de mayo, a las 21 horas en el Gran Café (C/ Cervantes, 9, León)

Con la actuación de Delta Galgos

Entrada 3 euros